El pasado 18 de octubre, desde la Coordinadora del Auto de CGT, tras una reunión mantenida entre más de cincuenta secciones sindicales de CGT en el sector repartidas por todo el estado español, enviamos una carta al presidente del gobierno, a la ministra de trabajo y a la ministra de industria, en la que mostrábamos nuestra preocupación por la crisis que atraviesa el sector, y exponíamos nuestra postura y nuestras alternativas no sólo para enfrentarnos a esta crisis, si no para enfrentarnos a lo que entendemos desde la CGT que sucederá en este sector en los próximos años.
En dicho documento, desde la Coordinadora del Auto de CGT exponíamos varias cuestiones:
- Desde la CGT entendemos en primer lugar que esta crisis no viene sola, ya que su impacto es a escala global, generada ya no sólo por la pandemia, sino por la política de deslocalizaciones que desde hace años están realizando las grandes multinacionales del sector, con el beneplácito de los diferentes gobiernos. Esto ha generado que dependamos de mercados totalmente inestables que están a más de diez mil kilómetros de donde se están fabricando los vehículos.
Todo ello ha generado la paralización de la producción que vivimos hoy en día en el sector, con sus correspondientes ERTE y con el perjuicio económico y laboral para decenas de miles de personas, si no que desde hace décadas, ha generado numerosos cierres de empresas, reducciones de plantilla…, con las dramáticas consecuencias que estas medidas suponen para la población.
- De la misma forma, desde la CGT entendemos que tras el impacto económico sufrido por la pandemia, el gobierno debería de ser mucho más estricto a la hora de permitir ERTEs en multinacionales con beneficios millonarios, y que durante años, e incluso a día de hoy, siguen recibiendo subvenciones millonarias por parte del estado y de las autonomías. Por poner un ejemplo, la multinacional Ford, con sede en Almusafes (Valencia) ha recibido recientemente más de trece millones de euros de subvención por parte del gobierno valenciano, mientras la plantilla está inmersa en un ERE que afecta a más de 600 trabajadores y trabajadoras. Y empresas como Renault, aumentan sus beneficios respecto al año pasado, mientras toda plantilla está afectada por varios ERTE en sus tres factorías.
Desde CGT tenemos una postura bien clara ante lo que supone un inmenso desfalco de las arcas públicas: Desde el gobierno no se debería permitir la aplicación de ERTEs en empresas con beneficios, y más aún en empresas que hayan recibido ayudas públicas en los últimos años; se nos traslada una y otra vez que es momento de que todos arrimemos el hombro, y los primeros en hacerlo deberían de ser aquellos que año tras año ven aumentar sus beneficios y han estado recibiendo subvenciones millonarias por parte de las administraciones.
- Por otro lado, desde CGT entendemos que frente a la llegada de la Industria 4.0, la eliminación de los motores de combustión o la llegada del coche eléctrico, desde el gobierno es necesario tomar medidas que garanticen tanto el empleo de calidad como el futuro de las pensiones y la jubilación digna en este sector.
Por todo ello, desde hace años, en CGT tenemos claro qué tipo de medidas hay que tomar al respecto:
- La reducción a las 30 horas semanales con el mismo salario. El objetivo de las 30 horas cobra más importancia ante la situación que pueden generar las consecuencias de la pandemia, la guerra comercial, y el capitalismo (también el de economías de estado) sobre el empleo en el sector del auto.
- Que la formación sea dentro de la jornada de trabajo, necesaria, de calidad y con perspectiva de futuro. Hacia la electrificación, por profesionalidad y por Seguridad y Salud. Tal como ya hemos planteado a empresas como Seat, es una propuesta que los otros sindicatos no parecen tener en su agenda.
- Reducción efectiva de los ritmos de trabajo sin reducción de personal “TRABAJAR MENOS PARA TRABAJAR TOD@S”. Los altos índices de lesiones y enfermedades profesionales (tanto reconocidas como escondidas por las mutuas y empresas) son la prueba clara de que los ritmos de trabajo enferman y lesionan a las personas trabajadoras.
- En línea con la defensa de unas pensiones dignas, la edad de jubilación DEBE REDUCIRSE. Los años de trabajo en las empresas del auto hacen totalmente inaceptable y absurdo, el planteamiento de ciertos gurús del neoliberalismo de alargar la edad de jubilación. Todo lo contrario; entendemos que los 55 años ya es una edad suficiente para que una persona que ha estado en dichos puestos, pueda disfrutar de una jubilación digna.
Desde la Coordinadora del Auto de la CGT tenemos un mensaje muy claro para el gobierno: No es momento de medias tintas, no es momento de “acuerditos” para salir del paso, no es momento de arreglar a medias lo que otros hicieron mal. Si supuestamente estamos gobernados por el gobierno más progresista de la historia; este es el preciso momento en que eso se tiene que notar, y ya no sólo con una verdadera y total derogación de la reforma laboral del PP (algo que se tenía que haber hecho en el minuto uno de la legislatura), sino con la aplicación de medidas urgentes que garanticen el empleo y una calidad de vida digna tanto a las decenas de miles de trabajadoras y trabajadores de este sector (que supone más del 10% del PIB), como a la clase trabajadora en general.
Pero compañeros y compañeras, las conquistas no vienen solas, aún no se conoce ni una sola conquista que haya ganado la clase obrera quedándose en el sofá de casa viendo una película. Las conquistas de la clase trabajadora se ganan en la calle, con lucha, con rebeldía y mandando un mensaje claro de que no vale rendirse ante el ataque de los poderosos. Por eso, desde esta Coordinadora, hacemos un llamamiento a todas las trabajadoras y trabajadores del sector para acudir el próximo sábado 18 de diciembre a la manifestación que desde CGT hemos convocado en Madrid bajo el lema “LAS PERSONAS ANTES QUE EL CAPITAL” “DEROGACIÓN REFORMA LABORAL Y LEYES MORDAZA”, donde autocares de todo el estado, organizados por CGT, acudirán para que el gobierno nos oiga alto y claro.
18D, NOS VEMOS EN MADRID